“Gracias” es una de las primeras palabras que aprendemos cuando niñ@s; sin embargo, la gratitud es un valor subestimado en un mundo en el que ya no tenemos tiempo para nada. Así, la gratitud se ha convertido en una mera forma de cortesía: estamos demasiado acostumbrados a decir gracias de forma automática, sin mucho entusiasmo, y sin realmente sentirlo.

Pero ¿si decir gracias nos pudiera traer muchos más beneficios que sólo ser amable? Aquí te vamos a explicar cómo el decir gracias puede mejorar tu vida.

Expresa gratitud todos los días

Adoptar la gratitud como algo cotidiano suena más fácil que ponerlo en práctica. El mejor consejo es “cultivar” la gratitud. Esto es, poner atención a lo que pasa en nuestras vidas, día con día, y que nos trae cosas buenas: alguien que nos cede su lugar en el autobús, quien nos sonríe en la calle o nos detiene la puerta al entrar al supermercado… todos esos pequeños gestos que nos suelen pasar inadvertidos y que olvidamos casi al instante.

Cuando damos las gracias nos sentimos mucho mejor porque estamos concientizando lo que nos hace felices. Entramos así en un círculo virtuoso: sentirnos más felices nos ayuda a tener la energía necesaria para llevar a cabo nuestras diferentes tareas, ya sea que sea cuidar de aquellos que amamos o incluso cambiar el mundo.

Se trata de enfocarse en lo positivo y no en lo negativo.

La gratitud puede cambiar nuestra vida y mejorar nuestra salud

Durante los 1990s, Masaru Emoto, autor del bestseller Mensajes del agua, llevó a cabo una serie de experimentos para estudiar los efectos físicos que tienen las palabras, las oraciones, la música y el medio ambiente sobre la estructura cristalina del agua. Lo que descubrió es que el agua guarda memoria de la información que obtiene de su medio ambiente.

El investigador japonés cubrió con papel botellas de agua congelada y escribió diferentes palabras sobre ellas, tanto negativas como positivas. 24 horas después descubrió que la forma de los cristales de hielo que se habían formado estaba directamente relacionada con las palabras que se había escrito sobre ellas, así como con la intención que se le había puesto: mientras que los cristales etiquetados con palabras positivas eran bellos y perfectos, los cristales de aquellos etiquetados con palabras negativas estaban desfigurados.

De todos estos experimentos, Emoto descubrió que los cristales de agua más hermosos y perfectos eran aquellos etiquetados con las palabras: “Amor y Gratitud”.

De acuerdo con este investigador: “el amor y la gratitud representan los principios fundamentales de la ley de la naturaleza y los fenómenos de la vida”, y por ello forman esos cristales de agua tan bellos y perfectamente simétricos.

Ahora bien, si tomamos en cuenta que el cuerpo humano promedio está conformado por 60% de agua, ¡imaginen qué tan fuertes pueden ser las implicaciones que las palabras y los pensamientos pueden tener sobre nuestra salud y bienestar!

Llenemos la tierra con amor y gratitud

La ciencia ha comprobado que la ha comprobado que la gratitud nos ayuda a valorar nuestro entorno y también beneficia nuestra salud, tanto física como mental. Ver el lado bueno de las cosas es la mejor forma de ver las buenas cosas de la vida, y por consecuencia, de deshacernos del estrés y la ansiedad que nos producen ciertas situaciones.

Cuando se le pregunto a Masaru Emoto acerca de cómo puede usarse la naturaleza responsiva del agua a las emociones humanas para curar a la humanidad y al planeta, su consejo fue el siguiente: “Dejen que sus acciones se basen los pensamientos de amor y gratitud. El amor es una energía dadora y la gratitud una energía receptora. Si siempre tienes estas dos palabras en la mente y tus acciones se basan en estos conceptos, tú podrás dar a la gente energía positiva naturalmente”.

Lo mejor es que no tenemos que esperar una fecha en especial para dar las gracias, aunque sin duda hay días en los que bien vale la pena hacerlo. Por eso, los que formamos parte de Forma Vital te damos las gracias por la confianza y por darnos la oportunidad de formar parte de tu proceso para lograr una mejor calidad de vida. ¡Muchas gracias!