Según la American Heart Association, menos del 20% de quienes pierden peso logran mantener el peso logrado, mientras que el resto (un impresionante 80%) suele recuperar las libras perdidas ¡en menos de 2 años! Por si fuera poco, estudios recientes han demostrado que existe una relación entre el efecto yo-yo y padecimientos como la presión arterial alta, diabetes, enfermedades cardíacas y depresión.

Porqué “rebotamos”

El “ciclo yo-yo” o “efecto rebote” es un ciclo de pérdida y recuperación sucesiva de peso corporal, usualmente como resultado de las “dietas milagro” que, como hemos visto, traen consigo más problemas que beneficios.

Cuando nos sometemos a una dieta muy restrictiva perdemos rápidamente masa muscular y grasa corporal. El problema es que, una vez que dejamos la dieta, sentimos mucha hambre y comemos desmesuradamente, lo que nos lleva otra vez a ganar peso, pero en su mayoría sólo de grasa. Esto cambia la proporción entre la grasa y músculos de nuestro cuerpo, indispensable para el buen funcionamiento de diversos sistemas del cuerpo, como la producción de hormonas.

La pérdida de grasa corporal reduce nuestra producción de leptina (hormona que emite la señal de saciedad), y aumentamos la de ghrelina (que nos dice cuándo tenemos hambre). Al estar a dieta nos parece normal tener hambre, así que los cambios en los niveles hormonales no nos afectan. El problema viene al dejar la dieta, ya que, según un estudio publicado en el New England Journal of Medicine en 2011, los niveles permanecen alterados durante un año tras haber dejado la dieta. Estos cambios drásticos en los niveles hormonales nos provocan más hambre, lo que facilita recuperar el peso perdido.

Cómo evitar el rebote

Mantener el peso y la imagen que lograste puede parecer una tarea difícil al principio, pero si tomas en cuenta estos pequeños consejos, sin duda te resultará mucho más sencillo.

  • Elimina las calorías líquidas: A través de bebidas endulzadas, sodas, etc., consumimos, una gran cantidad de calorías sin siquiera darnos cuenta. Procura tomar agua simple, y no añadas azúcar a tu café o té.
  • Presta atención a lo que comes: No comas en situaciones de estrés ni frente al televisor. Cuando comemos estando nervios@s o distraíd@s lo hacemos en exceso, además de que solemos ingerir alimentos con gran número de calorías y pocos nutrientes.
  • Planifica tus comidas: Si sólo guardas en tu alacena comida saludable te será mucho más sencillo seguir tu régimen alimenticio. Antes de salir a algún restaurante o evento social, piensa en alguna estrategia para consumir únicamente la cantidad y calidad apropiada de alimentos (como comer en casa algo saludable y bajo en calorías antes del evento).
  • Suda al menos 1 hora al día: Ejercitarte te ayudará no sólo a quemar grasa, sino también a incrementar tu masa muscular y tu metabolismo.
  • Controla tu ansiedad: Si tienes un trabajo muy estresante o andas todo el día de arriba para abajo, muy seguramente produces más cortisol del debido, lo que no te ayuda a conservar tu peso. Te recomendamos buscar alguna actividad que te ayude a liberar las tensiones de tu vida diaria. Y recuerda que siempre que lo necesites puedes volver con nosotros por Auriculoterapia para estrés y/o ansiedad.
  • Come más nueces: Según un estudio de la Universidad de Harvard, quienes consumen al menos una onza al día de cacahuates o una mezcla de nueces mantienen un más peso saludable.
  • Sé amable contigo mism@: Es normal que te desanimes si empiezas a recuperar algunas libras. Si te es difícil conservar el peso logrado por ti mism@, platica con tu terapeuta. Aquí en Forma Vital tenemos un excelente programa de mantenimiento GRATIS que te ayudará a conservar el peso que tanto te ha costado. (Pregunta a tu terapeuta por los detalles)

Estar todo el tiempo a dieta no es una solución permanente. Para perder peso de manera segura y, sobre todo, mantener esa pérdida de peso, debemos hacer cambios sustanciales en nuestra forma de vida. No lo dudes más, #YaDecídete